viernes, 13 de febrero de 2015

7 Razones por las que las películas de los 80 son las mejores

Ya, ya sé que llevo mucho tiempo desaparecida. Pero eso no es malo, es una buena noticia porque significa que estoy significativamente ocupada (valga la redundancia). 

En cuanto he tenido un ratito no he dudado en escribir algo, porque esto no se acaba, esto no es el fin, ni el principio, esto es un soporte para nada más y nada menos que contar mi humilde experiencia de vida, mis opiniones poco objetivas, o mis paranoias dignas de “Alice in Wonderland”. 

En este tiempo, me ha surgido una pregunta y una reflexión: ¿Por qué las películas de 1980 son las mejores de la historia? 

¿Es una pregunta friki? Puede. ¿Es una opinión compartida? No lo creo. Pero es mi opinión de persona y no de “intento de profesional”. 

No sé que tienen las películas de los 80 que enganchan hasta tal punto que se convierten en un referente en tu vida, así que voy a decir “7 razones por las que las películas de los 80 son las mejores”

  • La calidad de la imagen: En una época donde nos vemos dominados por el HD y por la imagen nítida y perfecta, personalmente se añora esa extraña textura de imagen y esos colores característicos tipo pastel. 
  • La tecnología del futuro: No se sabe muy bien por qué los creativos, los guionistas y los directores de los 80 no querían desechar la televisión con culo. Finalmente, pocos han conseguido dar en el clavo al imaginarse los avances tecnológicos. Pero tengo que decir que prefiero el futuro cinematográfico, que el que tenemos en la realidad. ¿Quién no querría que Michael Jackson le sirviera una Pepsi a través de una de esas “televisiones super modernas con culo”? ¡Es más! Daría lo que fuera por tener unos robocordones y no tener que luchar por salvar el medio ambiente ni los derechos humanos. 
  • El estilismo de los actores y actrices: Sin duda con el tiempo hemos ido perdiendo gracia. Dónde quedaron esas botas que vestía Julia Roberts en Pretty Woman, y sobre todo, cuántas marcas de laca se habrán arruinado desde principios de los 90 son datos que desconozco. Pero sin duda me permito proclamar mi fanatismo por el pelo cardado, la chupa de cuero y el chicle en la boca.
  • Los móviles: Antes los móviles no eran como los de ahora, no eran pequeños, no eran frágiles, no eran en color. Eran grandes, grises y con una antena que llegaba casi casi hasta la posición de tu interlocutor. ¡También lo podías usar como pelota, porque aunque lo hicieras botar, no se rompía! 
  • Los ordenadores: ¿Alguien recuerda el juego al que jugaba Josh antes de convertirse en un ejecutivo en Big? Genial. Pantallas negras, letras azules y verdes, y cuadradas. Estupendos ordenadores capaces de guardar los secretos más escandalosos de la CIA. 
  • Las familias: No sé si es mi impresión, pero el índice de natalidad ha debido descender en los últimos diez años, al menos dentro de la gran pantalla. Las familias de los 80 eran más bien numerosas y compuestas por personajes de lo más dispares. Teníamos a la hermana guapa, a la hermana inteligente, al hermano rompe corazones, al tío o vecino que casi es como de la familia. 
  • Las aventuras: Resulta que en los 80 las familias tenían bajo sus casas metros y metros de viejas cuevas, tesoros escondidos, magia y otras muchas cosas más, pero lo mejor de todo era que ellos habían vivido ahí toda su vida, y no descubrían el secreto hasta que pulsábamos el “play”. Las aventuras te esperaban a la vuelta de la esquina, sin moverte del sofá: Extraterrestres que caían por casualidad en el cobertizo, o pequeñas criaturas que después de una media noche hambrienta o húmeda se convertían en monstruos con ganas de liarla parda. 

Tengo otras cuantas razones por las que las películas de los 80 son las mejores, pero no quiero acaparar todas ellas, porque vosotros también tendréis vuestras razones: 

¿Por qué las películas de los 80 son las mejores según vosotros?

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